angelurrely

sábado, octubre 14, 2006

...Sobre el Artísta / Statement


Amable López Meléndez

Angel Urrely, jóven, virtuoso e íntegro artista cubano que en los últimos cinco años emerge en Santo Domingo, desplegando un universo visual personal de factura rigurosa, cuyas desquiciantes imágenes reclaman su legítima y merecida consideración.
Tal como ya habíamos advertido, los trabajos de Angel Urrely también nos muestran a un artista que ejerce su oficio con nítida precisión formal. Su predilección por lo conceptual se torna fructífera y brillante en las líneas del diseño y en los signos activadores del espacio fictivo. Asímismo, esa chispa de humor incitante que estalla en los dibujos y pinturas de Urrely tiene que ver con la sensibilidad y la lucidez que traslucen sus aspectos expresivos, cromáticos y texturales.

Por Amable López Meléndez
Curador del MAM (Museo de Arte Moderno)

Presidente de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA)
Santo Domingo, República Dominicana.






Ángel Urrely, young, virtuos and complete Cuban artist who in the last five years, emerges in Santo Domingo, unfolding a personal visual universe of rigorous invoice, whose unsettling images demand their legitim and deserved consideration. As we had already warned, the works of ángel Urrely also show us an artist who exerts his office with clear formal precision. Its predilection by the conceptual thing becomes fruitful and shining in the lines of the design and the signs activators of the fictitious space. Nevertheless, that spark of a playful humor that explodes in the drawings and paintings of Urrely has to do with sensitivity and the lucidity that reflect their expressive aspects, chromatic and textured.

Written by Amable López Meléndez
Curator of MAM (Museo de Arte Moderno).
Santo Domingo, Dominican Republic.





Delia Blanco- Los acertijos de última hora.

La obra actual de Ángel Urrely presenta una nueva reflexión sobre el sentido del símbolo y la representación. El gallo, la gallina yo su transformación en pollo bajo celofán, en un estante frigorífico de supermercado, es un elemento. Objeto y sujeto de consumo que funciona en la obra como figura obsesiva en la grafica del artista. Es obvio, que las diferentes etapas de mutación del animal, no dejan de hacernos pensar en la transmutación del ser humano, antes de la muerte...la composición, es eficiente, directa, apunta a una toma de conciencia del vidente o del publico, que nos convierte en cómplices y victimas de nuestros vicios, somos consumidores pero también victimas consumidas. En esta relación verdugo victima estamos todos sumidos. Urrely se encarga de la tarea de escenificar con humor ácido las evidencias de relación entre lo real y lo simbólico. De igual manera, el cocodrilo, alcanza una dimensión metafórica y funcional en el discurso plástico de este artista cubano residente en Republica Dominicana.
El animal, maestro de sabiduría, de inteligencia digno discípulo de la aristocracia africana, es hoy, un objeto de muchas asociaciones posibles con valores dinosáuricos en vías de desaparición. Por este registro de metáforas y códigos la grafica de Urrely pertenece a nuestro tiempo y se puede asociar a toda la diáspora de muchos creadores cubanos que desde Miami, Madrid, Santo Domingo, Barcelona, New York, y muchas ciudades del mundo nos dicen que la creatividad no muere frente a nada. En esta exhibición tenemos una obra que nos envuelve de inteligencia y conciencia cargada de gran talento dibujístico y mucha sobriedad. Urrely nos sitúa en su propio espacio de compromiso, el mensaje lleva una dualidad de reflexión, alerta al gallo en no convertirse en pollo, y pone a la superficie todos los peligros del cocodrilo… es una advertencia… donde no falta la presición del trazo.


Delia Blanco.
Crítica de arte y Miembro de AICA.
Santo Domingo, Dominican Republic.




Laura Gil- Poses de última hora.

La iconografía animalística, una de las de uso más frecuente en la historia del arte, es uno de los signos distintivos de la obra de Ángel Urrely. Pero, sin que las referencias históricas o antropológicas dejen de ser esenciales para la hermenéutica y el desciframiento del lenguaje simbólico, es preciso situar en el contexto contemporáneo la obra del artista para no desvirtuar su sentido. Aún cuando seamos concientes y partidarios incluso de una actitud amplia de reconocimiento de la apertura semiológica, propia del arte de los últimos siglos.

Más allá de la deidad teriomórfica de los primitivos, y de la heráldica la simbología medievales, o de las icnologías sistematizadas al modo de Cesare Ripa, el animal en la obra de Urrely comparece con unas connotaciones mas afines a la que tiene en el trabajo de artistas contemporáneos como Beuys o Hirsch, pese a que no se trata de su caso de una presencia, digamos que real, sino icónica y representacional.

Los pollos, como antes los cocodrilos y otros elementos de bestiario, tienen aquí puntos en común con la iconografía del comic y el cartoon, el dibujo animado contemporáneo, y por lo tanto con los lenguajes de los “mass media”, y con la iconosfera en que cotidianamente se sumerge el hombre común de hoy en día.

Sin embargo, como bien sabía Levy Strauss, lo que descifra la antropología es el inconsciente social, el arte es siempre un receptáculo de residuos del pensamiento mágico y ritual que inhibe una conciencia racionalista y moderna. Sabido esto, el elemento de antropomorfismo que exhiben estas imágenes, toma el significado del chivo expiatorio, y la imagen zoomorfica es el sustituto sacrificial del humano. Incluso el humor surrealizante y la metáfora visual, que también acercan al trabajo de Urrely a las formas y recursos propios del surrealismo, se nos revelan como una suerte de onirismo dirigido y consciente en un grado mucho mayor de lo que pudiera ser el juego equívoco de la asociación libre.

Así, por ejemplo, la integración caricaturesca de elementos biomórficos y animados con otros inanimados, o la hipérbole de los gestos hasta proporciones paródicas y declamatorias.

También la estética de la acumulación, propia de movimientos como el pop art y el nouveau realisme, se inscriben dentro de una sensibilidad típica de contextos industriales y post-industriales, y delimitan su significado.

El tema de la inversión de valores es una constante que redirecciona todo el trabajo de Ángel Urrrely definiéndolo como expresión de una consciencia despejada que observa sin prejuicios todos los aspectos de la comedia humana, de ese gran zoo social donde, constantemente, se intercambian e invierten los roles de la víctima y el verdugo, tanto como el de lo real y lo aparente, lo verdadero y lo falso, la naturaleza y el artificio.

Por Laura Gil

Encargada de investigaciones del MAM (Museo de Arte Moderno).
Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA).
Santo Domingo, República Dominicana.

Gamal Michelén-Los Dibujos de Ángel Urrely

El arte nace en el ímpetu creativo, y esa fuerza interior es engendrada por nuestra visión del mundo, de tal manera que somos afectados desde dentro por nuestra forma de concebir el cosmos y desde fuera por el entorno que nos rodea, por eso el producto creativo en el oficio de hacer arte usa las cosas que afectan los universos interiores del artista.

La obra del artista cubano Ángel Urrely hace evidente este doble código que nace de la asociación de la mente del pintor con el tiempo y el espacio en el que habita. E n el caso de sus dibujos llaman poderosamente nuestra atención esas formas que se convierten en el pretexto ideal para construir la obra y la manera fantásticamente absurda con que se puede conbinar las anatomías animales con herramientas y objetos como, por ejemplo, un tornillo. Así como en el mundo de Chagall puede volar un animal terrestre o un ser humano con la cabeza para abajo en un ambiente surreal, Ángel crea un ecuestre sin jinete cuya base se arma con varillas de construcción que se adhieren a una forma idónea para deslizarse en la nieve, y crear esto en nuestro ardiente contexto tropical parece ser un juego ironico de asociación de paradojas. Cabe destacar la destreza en el trazo que nos hace disfrutar de la belleza que encierran las líneas y el sentido de dirección que conceden al dinamismo compositivo. El artista debe manifestar su oficio en la capacidad de dibujar, y es evidente en el bestiario de Ángel esa persepción aguda acerca de la silueta de las formas, como también lo vemos en el dibujo de objeto que son parte de la cotidianidad, como una bicicleta o algunas arquitecturas y que él las vuelve a interpretar como si desdibujara la realidad de la memoria para fabricar una nueva que se engendra en las paredes de su cerebro. Al conocer a este artísta plástico, llama nuestra atención la alianza entre su personalidad, algo histrionica e inquieta, y el producto final; esto lo leemos claramente hasta en los bocetos que forman parte de una carpeta informal que nos va fascinando a medida en que los vamos observando, como si participásemos de un imaginativo evento secuencial que nos permite leer algo de la cosmovisión de Urrely. Sólo nos resta a nosotros ser expectadores activos y agudizar nuestro juicio crítico para que se establezca una alianza entre el artísta y nosotros, y para conceder a nuestra mirada el placer estético de participar de los imaginativos universos de Urrely.


Gamál Michelén
Crítico de arte. Miembro de AICA.
Santo Domingo. 2004.





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